Cuando las temperaturas bajan, soñamos con volver a la playa y el mar, con largas horas de sol y los arroces a pie de playa, con el olor a pescado y el sabor del mojito, y luego nos sentimos abrumados al pensar que todavía quedan por lo menos 6 meses para experimentarlo sin darnos cuenta de que a tan solo media hora en avión, el paraíso sigue ofreciéndonos todo eso y mucho más. ¿Por qué Ibiza en invierno? Porque el auténtico lujo en Ibiza no está en las largas listas de espera de los restaurantes más trendy de la isla, ni en las emblemáticas discotecas que le dan fama, ni tan siquiera en los innumerables barcos que surcan sus espectaculares aguas turquesas y se pasean entre ella y su vecina, Formentera. Hace tiempo que descubrimos que el lujo se encuentra en otra parte. Por eso, proponemos al viajero, que ha llegado hasta nuestro blog, un viaje por calas vacías y solitarias, naturaleza salvaje, desconexión, ritmo lento y almendros en flor y añadimos, Bienvenido al lujo de Ibiza en invierno. El clima suave que predomina en Ibiza fuera de temporada es perfecto para disfrutar de la isla y de las actividades al aire libre que ofrece. ¿Y lo mejor? Villa Infinity conserva sus puertas abiertas durante todo el año para todo aquel que quiera disfrutar de sus maravillas. Para descubrir el brillo especial que reina en la isla en los meses de temporada baja no es necesario organizar grandes planes. Te proponemos un viaje sencillo, relajante y a la vez lleno de experiencias que recargan las pilas para afrontar lo que queda de invierno. Disfrutar de las calas vacías, plantar tu toalla y sentirte dueño de algunos de los arenales más famosos de la isla, convierten los días soleados de invierno en el momento perfecto para recorrerlos en solitario. Observar a los flamencos en el Parque Natural de Ses Salines podrás ver estas aves desde alguno de sus miradores o vivir atardeceres emblemáticos y es que la fama de los atardeceres en Ibiza es muy conocida pero la de sus atardeceres durante la temporada de invierno lo es menos y podemos asegurar que son absolutamente mágicos desde casi cualquier punto de la costa oeste. Puedes disfrutarlos desde sus puntos más icónicos, como el mirador de Es Vedrà o la cala de Benirrás. Así como disfrutar de la mejor gastronomía de la isla, y es que aunque en invierno muchos restaurantes aprovechan para ponerse a punto para la siguiente temporada, algunos de los mejores mantienen sus puertas abiertas todo el año y te permiten disfrutar de esa sensación única de verano que es comer con los pies en la arena. Yemanjà y Sa Caleta son algunos de los must to go que no puedes perderte.Un invierno en Ibiza
Empezar el día haciendo yoga, comer en una terraza con los pies en la arena y terminar con una noche a la luz de las velas ¿quién ha dicho que Ibiza no es un buen lugar para viajar en invierno?
Un paseo por Dalt Vila y sus casas blancas entre calles empedradas que forman uno de los núcleos históricos más bonitos y que siguen ahí cuando la horada de turistas desaparece. Aprovecha para pasearlos en silencio y con la tranquilidad que acompañan los días de invierno y siéntate a disfrutar en una de sus muchas terrazas.
Ver los almendros en flor en el mes de en Santa Agnès, están en plena floración. El pueblo y sus alrededores presumen entonces de un manto blanco de pétalos. Es una estampa realmente digna de ser testigo.